Entre las numerosas artes iraníes, el cine es una de las más consagradas.
En Irán, se producen películas desde principios del siglo XX. En efecto, a principios de los años 1900, durante la época de la dinastía Qayar, la famosa invención de los hermanos Lumière, el cinematógrafo, llegó a la corte iraní financiada por esta. A partir de aquel momento, el cine dio pequeños pasos para constituirse como producto comercial y, durante la primera década del siglo, se abrieron en el país las primeras salas para proyectar imágenes en movimiento, incluyendo acompañamiento musical.
A lo largo de las décadas siguientes, la producción cinematográfica tuvo sus altibajos y en el país se proyectaban sobre todo cintas foráneas. La Revolución Islámica de 1979 marcó un giro en la medida en que los directores y productores iraníes sufrieron una gran censura pues ciertas ideas e imágenes fueron totalmente prohibidas.
A partir de los años 80, el gobierno quiso crear una nueva cultura cinematográfica iraní que expresara la ética del Islam y la historia de la nación. Sin embargo, este objetivo fue en total contradicción con la voluntad de los directores, quienes pretendían representar la realidad en términos más críticos. Desde entonces se estrenaron numerosos melodramas insípidos y apolíticos, junto a producciones que, con una sutileza típicamente iraní, criticaban la dureza de la vida cotidiana bajo el régimen teocrático.
Desde las décadas 80-90 hasta hoy, ciertos directores y actores iraníes fueron internacionalmente reconocidos por su talento y singularidad. Entre los más destacados, podemos mencionar Asghar Farhadi quien ha dirigido muchas películas exitosas como El cliente (2016) , A propósito de Elly (2009), Una separación (2011), El pasado (2013), Todos lo saben (2018), Un héroe (2021) ganó premios en certámenes nacionales e internacionales como la Ceremonia de los premios Oscars, el Festival Internacional de Cine de Cannes o el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Considerado uno de los más influyentes cineastas iraníes, Abbas Kiarostami también dejó su huella en el séptimo arte con películas cargadas de poesía y filosofía como El sabor de las cerezas (Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1997), El viento nos llevará (1999) (Gran Premio del jurado del festival de Venecia en 1999) inspirado en el poema homónimo de la poeta iraní Forugh Farrojzad o ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987).
Irán también cuenta con actrices talentosas como Leila Hatami o Golshifteh Farahani que ya ha actuado en numerosas producciones (iraníes como internacionales) tales como El peral (1997), A propósito de Elly (2009), Les deux amis (2015), o Las hijas del sol (2018).
Muy recientemente, Zar Amir Ebrahimí se destacó en la película Holy Spider de Ali Abassi, siendo galardonada con el premio de la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes.
Tráiler de El sabor de las cerezas:
Tráiler de Una separación:
Tráiler de Les Deux Amis (película francesa):
Tráiler de Holy Spider:
