La ciudad de Kermán, capital de la provincia con el mismo nombre, está situada al sureste del país en la orilla occidental del desierto Dasht-e Lut. La parte norte de la ciudad se encuentra en zona desértica, mientras que la parte sur tiene un clima más moderado al situarse a mayor altitud.
Kermán fue fundada por el primer monarca sasánida Ardeshir en el siglo III y durante muchos siglos era un centro muy importante en las rutas comerciales de Oriente.
Tiene numerosas construcciones antiguas y atracciones turisticas, incluyendo la mezquita Vierne, la mezquita Pamenar, el bazar, el baño de Ganj Ali Khan, el museo Jaballieh y las cúpulas tradicionales, el templo de Shah Nematollahe Vali (el Gran Maestro Sufi)