Es una rama de la orfebrería que se remonta a 550 – 330 a.C.
La principal materia prima para la filigrana es la plata, pero en ocasiones también se utilizan oro y cobre.
Los lingotes de plata se convierten en alambres muy delgados, y luego se usan para hacer formas procedentes de los dibujos tradicionales; tras montarse todas las formas en un molde, se sueldan con plata de menor grado.
Desde broches, pendientes, collares hasta bandejas, azucarero o jarrones, están hechos con tanta delicadeza por hábiles artesanos filigranistas que parecen ser objeto de una sola pieza.
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