Charla a cargo de Dr. Carlos Aranda Pescador
“El método para el Desarrollo Armónico del Hombre padeció feroces críticas de algunas personas que vieron en él un proyecto carente de amor. Gurdjieff decía que el hombre y la mujer en el estado actual de evolución interior en que habitualmente se encuentran eran incapaces de amar; todo lo más expresaban sentimientos que cambiaban en la medida que lo hacían los caprichos de sus respectivos egos.
El concepto que el maestro caucásico tenía del amor estaba intimamente ligado al nivel de desarrollo de la conciencia. La paradoja del amor consciente es que se vuelve invulnerable a la crítica, la especulación y al chantaje emocional.
El amante consciente prefiere el anonimato. Para él lo único importante es el renacimiento espiritual del ser amado, sin importar las consecuencias que ello pueda acarrearle.
Los maestros sufíes de todas las épocas y,en general, de todas las tradiciones comprendieron esta verdad. Dos grandes hombres separados por varios siglos de distancia exteriorizaron aquel modo peculiar de amar, aunque con los matices propios de cada cultura. Tanto el escurridizo Shams de Tabriz como el incognoscible G.I.Gurdjieff encarnaron la paradoja del amor.
La ausencia de sentimentalismos en el amor de Shams y Gurdjieff nos lleva a identificar éste en sentido objetivo. Es un amor que sacrifica lo que ama, incluso a si mismo.
El amor consciente es de rango divino. Tanto su búsqueda como su manifestación provocan la incomprensión, el rechazo y la violencia como respuesta. Desde luego, ha sido,es,y será,privilegio de unos pocos.” Carlos Aranda Pescador
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