
“Gurdjieff, desde temprana edad, buscó con ahinco un conocimiento sagrado común a las grandes tradiciones religiosas, Fuente sapiencial de las mismas. Una sola Verdad adaptada por seres desarrollados a lo largo de la historia según necesidades específicas.
Jamás indicó con precisión los lugares y las personas que fueron sus maestros. Citaba extrañas Cofradías o Hermandades de Asia Central, templos sagrados del Pamir y el Tibet, escuelas iniciáticas de Persia y monasterios del Hindu-Kush.”
El Islám ortodoxo no parecía interesar a Gurdjieff. Busca,ante todo, los aspectos profundos de la doctrina del Profeta. Las Cofradías sufies generaban un caudal de experiencias irresistibles para él, y en compañia de personajes relevantes,verdaderos Hombres Notables,viajó por la tierra de la Tradición donde fue forjado interior y exteriormente por iniciados en los misterios del conocimiento de sí mismo.
Una parte importante de sus escritos están sustentados en el pensamiento de grandes místicos islámicos. Tuvo acceso a obras literarias que han pasado a formar parte del patrimonio cultural de la humanidad. La lectura constante de los textos permitía la incorporación gradual de los diferentes niveles de significación.” Carlos Aranda Pescador